miércoles, 31 de marzo de 2010

HOODOO GURUS - 1000 Miles Away



1000 Miles Away
(Dave Faulkner)

Estimated time of arrival 9.30 a.m.
Been up before the sun and now I'm tired before I even begin.
(Now you're flying) I got so much work in front of me,
(Really flying) it stretches out far as the eye can see.
I can see.
Spend half my life in airports doing crosswords and attempting to sleep,
And when the bar is open then you'll often find me warming a seat.
(Now you're flying) I never find a place where I can stay
(Really flying) I'd rather be a thousand miles away.
Thousand miles away.
Working for yourself sometimes ain't all that it's cracked up to be.
It can be as lonely at the top as at the bottom of that corporate tree
(Now you're flying) I'm told I'm going places - who can say ?
(Really flying) I might arrive but I'll be gone the very next day.
I must be on my way
A thousand miles away.
Promised to myself someday I'd take the time and try to make sense
Out of all those opportunities I've lost from trying to sit on the fence
(Now you're flying) But right now I've got no time for yesterday
(Really flying) Yesterday's a thousand miles away.
A thousand miles away.
What was that that you were trying to say ?
I guess I was a thousand miles away.
Sing it again.

sábado, 27 de marzo de 2010

MEMEz CINEMATOGRÁFICA.

En el estupendo blog de Mr. Lombreeze (y MonSeñor Gusano) hablan de un Meme que ya había visto en otro blog (cuyo nombre ahora no recuerdo) pero en el que no me habían invitado a participar (el que encontré invitaba a dos blogs que visito a menudo, pero que me parece que no se han enterado de dicha invitación).

El caso es que ese Meme de Top films me llamó la atención. Pero lo de Mejor en cuestiones artísticas desde hace unos añitos me parece una exageración que al final lo que realmente viene a decir es "mi favorito/a", término tal vez más adecuado.

Así que no voy a participar en este meme de top films, porque no creo que Singin in the rain sea mejor que The Band Wagon, aunque las dos me gusten más que West Side Story (que también me encanta).

De todas formas, Mr. Lombreeze... que sepas que nunca podría tener por película favorita de acción una en la que un robot amenaza a una mujer para que llame a su hijo, cuando en realidad puede asumir la voz y el aspecto de dicha mujer sin problemas (como ocurre en la película apenas un momento después... mátala y luego llama al chaval.. ¡menuda cagada!).

Una de las cosas que también me ha llamado la atención entre los blogs que he visitado para ver qué películas escogían como "mejores" era la escasez de películas "viejas" o "clásicas". Tiempos Modernos es por lo visto ya una reliquia de tiempos pretéritos. No es lo que yo pienso, pero eso es otra historia...

En fin... Yo propongo aquí otra MEMEz cinematográfica. Esta es mi lista hoy... Mañana podría ser otra. Y sí... No hay muchas películas recientes... Para compensar otras listas...

- Personaje cinematográfico favorito:

El vagabundo (el de Chaplin, claro).




- Héroe cinematográfico favorito:

Jack W. Burns (Kirk Douglas) en Los valientes andan solos.


- Heroína cinematográfica favorita:

Rachel Cooper (Lillian Gish) en La noche del cazador.



- Amigo favorito del héroe (o sidekick, para otros):

Stumpy (Walter Brennan) en Rio Bravo.



Walter Brennan gana con facilidad esta categoría. El capitán Renault de Claude Rains en Casablanca sería un digno rival...pero no es "amigo" del héroe casi hasta el final de la película, ¿no?


- Amiga favorita del héroe.

Lo cierto es que la figura del sidekick se solía reservar la mayoría de las veces a un hombre, siempre menos agraciado físicamente y contrapunto humorístico en ocasiones del héroe. En esta categoría, la "amiga" acababa siendo muchas veces más bien la novia o compañera sentimental del héroe... Aún así, hay algunas que podrían servirnos, como por ejemplo la estupenda enfermera Stella de La ventana indiscreta interpretada por Thelma Ritter.




Y ya que hemos mencionado una película de Hitchcock..

- Aparición cinematográfica favorita de Hitchcok en sus películas.

La de él creo recordar que era la que hizo en Naúfragos. La mía, Con la muerte en los talones.




- Religioso cinematográfico favorito:


Hugh Collins en La hija de Ryan.


Sin duda, me quedo con el personaje que interpreta Trevor Howard en La hija de Ryan, aunque le siguen muy de cerca el pastor de ¡Qué verde era mi valle!, o el sacerdote que interpreta Ward Bond en El hombre tranquilo. Sí. Son como simpáticos o tolerantes... tipo el que interpretó Spencer Tracy en la de La ciudad de los muchachos y su continuación (que en el original eran al revés)... Pero no tenéis por qué seguir esa línea... Intolerantes o fanáticos son igualmente válidos. El predicador de El jinete pálido también se acepta.

- Religiosa cinematográfica favorita:

Pues acabo de ver Narciso Negro y a punto estaba de decir que el personaje de Deborah Kerr, pero como sé que Ingrid Bergman hizo de monja en Las campanas de Santa María que vi de niño, pues no tengo duda.


- Fantasma cinematográfico favorito:

Daniel Gregg (Rex Harrison) en El fantasma y la señora Muir.



- Relación matrimonial o familiar cinematográfica favorita:

La formada por Ida, Paddy, Sean y podríamos incluir a Rupert ( Deborah Kerr, Robert Mitchum, Michael Anderson Jr y Peter Ustinov) en Tres vidas errantes.



A punto-punto de escoger la de ¡Qué bello es vivir!, pero guardo un recuerdo tan bueno de esta otra película.

- Relación extramatrimonial o extra-familiar cinematográfica favorita:

En el aspecto extramatrimonial... me quedo con la de Breve Encuentro.



Aunque lo cierto es que La hija de Ryan de David Lean es una película que me gusta tal vez más y gira en cierta forma sobre un tema parecido.

Pero si pienso en una película extra-familiar...

El chico
de Chaplin, sin duda alguna. Porque la familia no tiene nada que ver con la sangre o dónde hayas nacido, y porque qué narices... es un peliculón como hay pocos.


Y podría seguir con categorías aún más ridículas, pero por hoy lo dejo aquí.

Por supuesto, está invitado a seguir esta MEMEz todo aquel que quiera participar, pero ya que en varios blogs he visto que se suele invitar a blogs amigos a seguir el juego, estos son cinco a los que se lo propongo (aunque insisto en que no es una invitación cerrada).

- Crowley Para que se curre de una vez un post en su blog, en lugar de buscar formas de que otros le hagan el trabajo (ja,ja).

- Anro Porque ya es hora de que compartamos algo (je,je)... Que no se entere Lola (ja,ja)

- Mr. Lombreeze. Como sé que te gusta esto de los meme. Además, que me has dado la idea. Te lo debo.

- Nemo Nadir Ya que te gustan tanto las listas.

- Scotty Que no todo van a ser reseñas en un blog y carteles en el otro, ¿no?.
Además, así te olvidas de los problemillas que has tenido últimamente con el blog.

jueves, 25 de marzo de 2010

¿CON QUÉ TE QUEDAS? o "¡El inmortal es la leche!".

En El sueño eterno, Marcos acaba de hacer una entrada sobre Farenheit 451, película que acabo de ver hace poco, pero que recordaba haber visto de niño y de la que algunas de sus imágenes se me quedaron más o menos "grabadas" desde entonces. Entre alguna de ellas, como la de la mujer ardiendo con los libros, una muy curiosa de un hombre abrazándose a si mismo en un parque. Supongo que me sorprendió ver que no tenía a nadie a quien abrazar.

Lo que me ha llevado a pensar en las cosas con las que nos quedamos de crío cuando vemos una película. Por ejemplo, tengo pendiente de espera en el ordenador la de Yakuza dirigida por Sidney Pollack... pero el recuerdo con el que me quedé de crío (aparte de disfrutar una estupenda película de acción) es el de que los personajes se pasaban la película cortándose dedos y el de una escena en la que un joven con la cabeza tatuada con una araña se quitaba el sombrero para evitar que lo mataran.

Si vuelvo a otra película de Truffaut, La sirena del Mississippi, lo que más recuerdo es la escena en la que Jean Paul Belmondo va desabrochando el abrigo de Catherine Deneuve.

Si pienso en la primera vez que vi Teléfono Rojo de Kubrick, lo que recordaba de ella era la imagen final del vaquero sobre la bomba... y poco más.

De crío, lo que más impresionó de Dos cabalgan juntos fue la escena de la caja de música y el linchamiento. Sigo pensando que es de lo mejor de la película, más que esa escena del río que todo el mundo comenta.

Hay películas que tal vez te impactan porque las ves a una edad temprana. No he vuelto a ver El volar es para los pájaros de Altman, pero me parece que es lo que debió pasarme. Recuerdo toda aquella historia, la comparación de hombres y pájaros en un estilo documental, la cagada de pájaro que caía sobre los que iban a morir (aquí igual me falla la memoria) y ese final tan extraño con circo incluido. No sé si me apetece volver a ver esta película, pero en aquel momento me pareció llamativa por lo extraña que era, desde luego.

¿Qué decir de Los 5000 dedos del Dr. T? De esta película (que tengo pero no he vuelto a ver) recuerdo imágenes sueltas que me sorprendieron muchísimo de niño. Esa sí que fue una película extraña.

O la de Naves Misteriosas de Douglas Trumbull, con Bruce Dern yendo por la nave en su silla motorizada y la imagen de esos árboles bajo la cúpula en el espacio.

Hay tantas películas que más allá de su historia y de lo bien o mal que pudieran estar me dejaron una serie de sensaciones con las que me he quedado hasta hoy. Supongo que a todo el mundo le pasará parecido...

AÑADIDO: La lista de películas de cine que me marcaron puede ser muy larga, pero la de imágenes realizadas especialmente para televisión (telefilmes o series) le sigue muy de cerca.

Podría mencionar el clásico de La cabina de Mercero (con guión de Garci), y el miedo que me provocó su visionado siendo crío, pero voy a hablaros de otra cosa. De una serie que no he vuelto a ver y de la que ignoré durante muchos años el título hasta que encontré a mi compañera.

Debía estar enfermo de varicela, sarampión, o de lo que fuera... Así que me quedé en casa. En casa y enfermo... La tele, claro.
Y emiten entonces una serie de la que recuerdo solamente cómo un coche rompe una valla y un hombre con la camisa llena de sangre porque le han disparado, entra en unos grandes almacenes y comienza a beber leche para recuperarse. Sí, ya sé. No era sólo leche lo que tomaba el hombre. Pero a mí eso fue lo que se me quedó grabado de crío.
Algunos ya sabréis que hablo de El inmortal...

El caso es que como vi esos episodios cuando no me correspondía, ya que debía estar en clase, a medida que pasaron los años y preguntaba a gente de mi generación si alguien recordaba esa serie con tan escasos datos... nadie sabía nada. Pero como por suerte mi pareja es 9 años mayor... me sacó de aquella duda tan apremiante:
- " El inmortal. Pero... ¿leche? ¿qué dices?... No era bebiendo leche. Era por su sangre."

Una serie que no he vuelto a ver, pero de la que guardo un excelente recuerdo (al menos de los episodios que pude ver).

Os dejo aquí con el trailer, que cuenta de qué iba el asunto:

miércoles, 24 de marzo de 2010

VA DE FOTOS III

Para que el personal no se deje los ojos con tanto texto (y además tan mal escrito), una de las secciones favoritas (no para todos) de este blog. Y esta vez, no todas las fotos han sido adquirídas en nuestros grandes almacenes, sino también en esta otra tienda.


Bela Lugosi y Boris Karloff.


Raymond Chandler (en el centro) socializando.


El presentador Ed Sullivan con algunos invitados de su programa.

INGRID BERGMAN, Jean Renoir, Mel Ferrer y Jean Marais (no presente).


Ernest Hemingway y Frank Capra.


Dos Ben Hur: Heston y Novarro.


Billy Wilder y Dean Martin.


Frank y Ava eran demócratas.


Charles Chaplin e Ingmar Bergman.


Stanley Kubrick antes de oficiar la misa.


Linda Blair, Keith Moon y Linda Lovelace.


Nicholas Ray culturizándose.


Los Rolling Stones y el parking del hijo del trapero.


Silencio, por favor. Von Sternberg dirige.


CÓMO UN CIRCO MEDIANO...III

III Donde se reúnen los comensales y don Antonio llora sus penas.

1. El mesón Braulio, un restaurante barato con el ambiente ya cargado. En una larga mesa se encuentra don Antonio, rodeado de su troupe casi al completo. Los comensales charlan animadamente. Uno de ellos está haciendo juegos malabares con los panecillos, su plato aún sin empezar. “Pero Rugieri, ¿quieres hacer el favor de sentarte?”, le comenta alguien molesto. “Se te va a enfriar la sopa”, se oye decir en la mesa. “¡Voy! ¡Voy! Ahora enseguida acabo”, responde Rugieri mientras sigue con sus juegos.
“Todos los días igual. ¡Mira que es pesado! Siempre ensayando. Pero si nunca falla”, comenta Federico, el equilibrista.
“¿Me pasas la tortilla?”, pregunta Francisco, el domador. “Comes más que tus tigres”, responde con un fuerte acento gallego Fernando, el trapecista, al tiempo que le pasa el plato. “Lo peor es que huele como ellos”, comenta sarcástico Eduardo. El domador responde mientras mastica “Por lo menos ellos comen y callan”. “Sí, Francisco, ¿pero comen con la boca abierta?”, pregunta Eduardo guiñando un ojo a Fernando, que se ríe con la ocurrencia. Francisco les lanza un panecillo y después sigue comiendo.

2. Don Antonio mira a su derecha, donde está Manuel, su representante, quien viste con traje oscuro, y se distingue de un modo peculiar del resto de la compañía. “Manuel, ¿has conseguido que no nos pongan junto a los feriantes?”, pregunta intranquilo el director. “No, don Antonio. Me ha sido imposible. Los Ayuntamientos ceden el mismo terreno para todos”, responde el representante.
“Es que así no puede ser”, se queja don Antonio, “así no puede ser”. Manuel dice que más tarde tiene una reunión en el Ayuntamiento para ver si pueden darles otra zona. “Pide entonces la plaza del pueblo. Creo que cabría nuestra carpa. Necesitamos atraer a la gente, y al lado de los feriantes, la cosa va a estar difícil. En cambio, en la plaza del pueblo. Eso es otra cosa”, le dice don Antonio.
“Pero, hombre, yo creo que entre montarse en unas barracas de feria y el espectáculo del circo no hay comparación”, señala Martín mientras mordisquea un trozo de pollo. “Ya lo creo. Pero no como tú te imaginas. Mira, Martín, los autos de choque, por ejemplo. Con cinco empleados y no más de cincuenta o sesenta duros de luz al día llegan a ganar quince o veinte mil pesetas diarias”, explica con vehemencia don Antonio. “¿Tanto?”, pregunta Martín algo incrédulo.
Manuel asiente con la cabeza. Don Antonio continúa. “El año pasado, en Carrión de los Condes, cerca de Palencia, un trenecito con cabida para veinte o treinta personas, ganó un domingo 21000 pesetas. Yo pagué 17000 por el terreno y 12000 pesetas de luz por ocho días. El dueño de aquella atracción pagaría una miseria por la luz y 3000 pesetas por todo el terreno. En los ocho días que estuve allí no gané 21000 pesetas ni un solo día”.
“Así que el negocio está en una atracción de ésas”, dice Martín. “¡Y tanto que sí! ¡Ya veis si es sencillo ese aparato! ¡Una bobada!”, exclama don Antonio.

CÓMO UN CIRCO MEDIANO... II

II Donde averiguamos la situación del circo y se presentan algunos personajes.

1. Empieza a amanecer. Eduardo, un joven de unos 28 años baja de una caravana de circo. Viste una camiseta interior blanca y pantalón negro. El joven avanza hacia un grupo de gente que se ha formado alrededor de don Antonio, el director y jefe de pista del circo.

Por las personas que rodean a don Antonio, podemos observar que se trata de un mediano circo ambulante. El director comienza a asignar los trabajos para la ocasión “Francisco se ocupará del coche y el altavoz. Eduardo, Martín y Pietro os encargaréis de pegar los carteles”.

“¿No puede hacerlo alguien del pueblo para variar?”, pregunta Eduardo malhumorado. Don Antonio le contesta entonces de peor humor. “Pero ¡Eduardo, Eduardo! ¿Te lo pediría sin motivo? ¿Crees acaso que me gusta haceros trabajar fuera del espectáculo? Lo que pasa es que no está el horno para bollos. Últimamente no estamos haciendo mucha recaudación, y lo mejor es que ahorremos de donde podamos ¿Lo has entendido, Eduardo?”.

Uno de los artistas pregunta si puede ir con Francisco y encargarse del altavoz. “No, con Francisco, voy yo, como siempre”, responde don Antonio. “Del altavoz se encarga el jefe de pista. ¿Cuántas veces os lo voy a tener que decir? ¡Ala! Eso es todo. A las dos he conseguido mesa en el restaurante El mesón Braulio. Los que queráis venir decirle a Manuel que os apunte. Antes de las diez si puede ser”.

Mientras todos comienzan a alejarse Federico, el equilibrista se acerca al director “¿Podría prestarme algo de dinero, don Antonio? Es que últimamente...”. Don Antonio le mira sorprendido. “¿Otra vez? ¡Pero si ya te he fiado cuatro veces en lo que va de mes!”, responde casi gruñendo. “Pero yo se lo devuelvo ¿No? Yo se lo devuelvo”, se apresura a contestar Federico al tiempo que se golpea el pecho con la mano. Comienzan a discutir.

Eduardo se dirige a la caravana, donde en letras grandes se lee el nombre del circo: Renau. A Eduardo le sigue su compañero Martín. “¿Vamos a ir a ver al Manuel?”, pregunta Martín. “No. Ya me dijo ayer por donde teníamos que pegar los carteles”, le responde Eduardo.

2. Mediodía en una de las calles principales del pueblo. Martín está pegando con cola un cartel en la pared. Eduardo le ayuda a pegarlo, y sostiene otros más pequeños con su brazo libre.

“Voy a pegar uno ahí”, comenta Eduardo señalando una joyería. Martín le avisa mientras niega con la cabeza “Ahí no te van a dejar ponerlo”. Eduardo le responde sonriente, “Espera y verás”. Martín insiste en su negativa: “Ya sabes que en las joyerías no suelen dejar. Y en esa menos”. Eduardo le sonríe burlón. “¿La ronda de esta noche?”. Martín responde sin siquiera mirarle. “Ya la has perdido.”

3. Ya en la joyería, Eduardo entra al mismo tiempo que se oye el ruido de unas campanillas cuando abre la puerta. “Buenos días. ¿Le importa si le pongo un cartel en la puerta?”, pregunta suavemente Eduardo.

“Lo siento. Pero no nos está permitido”, responde la dependienta. “Claro. Lo entiendo. ¿Podría hablar con la dueña?”, pregunta Eduardo. La dependienta responde esta vez algo más nerviosa “Ya le he dicho que no podemos poner carteles”. “Le he oído señorita. Quisiera hablar con la dueña por otro motivo”, contesta Eduardo con la mejor de sus sonrisas.

La dueña aparece inesperadamente. “¿Qué es lo que quiere?”, pregunta con cierta brusquedad. Eduardo sigue sonriendo abiertamente. “Verá. Es que dentro de tres días es el cumpleaños de la mujer de nuestro director y hemos decidido hacerle un regalo entre toda la compañía. Y como a ella lo que más le gustan son las joyas, pendientes, sortijas y cosas de esas pues he pensado que usted podía aconsejarnos sobre qué le podríamos regalar”. La dueña responde ahora con más suavidad, casi con curiosidad “¿Y cuánto estarían dispuestos a gastarse?”

Eduardo tarda un tiempo en responder mientras hace como que se lo piensa. “ Pues... Alrededor de unas 15000 pesetas. (Nada más decir la cantidad continúa hablando sin parar) Claro que todo depende de la recaudación que consigamos estos días. Cuanta más gente venga más dinero tendremos para el regalo. Pero, así a bote pronto, me imagino que esa cifra más o menos. Si pudiera dejarnos unos catálogos para ver que es lo que tienen”. La dueña, responde ahora en otro tono, “Claro, cómo no. Marisa, entrégale al señor, al señor...”, y sonríe sin saber como terminar su frase. “Eduardo”, precisa éste.

Marisa entrega el catálogo. Eduardo lo hojea un instante y añade tras guardárselo “Gracias. Por cierto. Les dejo un cartel. Ya sé que no pueden colocarlo, pero como tiene esta ilustración tan bonita... Considérenlo un regalo”, y sale de la joyería con una leve reverencia.

4. Martín ya ha pegado varios carteles por las paredes. Sale de una tienda después de pegar otro. Entonces ve salir a Eduardo de la joyería. “Llevas casi media hora allí”, le dice. “Eres un exagerado”, responde Eduardo quitando importancia al asunto. “De todas formas has perdido. No lo has puesto”, dice Martín satisfecho. En ese momento vemos a la dependienta agacharse para pegar el cartel en la puerta. Eduardo sonríe con malicia “¿Eran una, o dos rondas?”, pregunta. “Vale, vale. No sé para que apuesto nada contigo si siempre me la haces”, contesta molesto Martín.

martes, 23 de marzo de 2010

CÓMO UN CIRCO MEDIANO SE HIZO MÁS PEQUEÑO Y OTRAS HISTORIAS PARALELAS

I Donde termina una relación familiar y comienza otra.

1. Una mujer de unos 45 años, y su hijo de unos 8, atraviesan una campa desierta, un terreno lleno de piedras y cascotes. La madre sostiene una maleta en una mano y con la otra agarra fuertemente a su hijo.
Mientras andan, el niño se entretiene dando patadas a las piedras. A lo lejos puede verse la carpa de un circo.
La mujer se detiene en mitad de unos viejos carromatos. Por entre la madre y el niño circulan todo tipo de artistas circenses. La madre detiene con un gesto a uno de ellos. “Oiga, ¿podría decirme dónde está Antonio Rodríguez?”, pregunta. Tras pensarlo un momento, el hombre responde que no conoce a nadie con ese nombre. Otro artista, que está junto a ellos y ha oído la pregunta, interviene. “¿Antonio? ¿Tonino?”. “Sí, Tonino, de los Pompoff”, responde ella mientras mueve su cabeza en un gesto afirmativo. “Si hubiera empezado por ahí... Siga un poco más adelante. Lo encontrará enseguida”, comenta el primero de los artistas al que preguntó. “Vamos, hijo”, y la mujer vuelve a agarrar de la mano al niño.

2. Un grupo de payasos de circo charla animadamente. De repente vemos aparecer a la madre y al niño, que se colocan frente a ellos. Los artistas dejan de hablar. Uno de los payasos se adelanta. “Carmen. Pero ¡Qué sorpresa!”, exclama desconcertado, para abrazarla seguidamente. La mujer habla con preocupación “Tenemos que hablar. Es importante”. El payaso le responde con tranquilidad, sin percatarse de su aflicción. “Claro, mujer. Pero ¿cómo has venido hasta aquí? Quedamos en que iría a verte por Burgos en cuanto me fuera posible”. “De eso quería hablarte”, le responde ella.

3. El payaso y la mujer se alejan, apartándose a un lado. No oímos su conversación. La mujer se cubre el rostro con sus manos para ocultar sus lágrimas. El niño se queda dando patadas a las piedras frente a los otros artistas. “¡Eh, tú! ¡Ven aquí! ¡Vamos!”. El niño se acerca al grupo de los payasos. “¿Cómo te llamas, pequeño?”, pregunta uno de ellos. El niño no responde. En ese momento, uno de los payasos le enseña una moneda que se introduce por la boca y saca por la oreja ante el asombro del niño, que se queda boquiabierto.

Fundido en negro. Comienzan a desfilar los títulos de crédito al ritmo de una fanfarria de circo.

Li'l Red Riding Hood - Sam the Sham and the Pharaohs



*howl*
What's that I see walkin' in these woods?
Why, it's Little Red Riding Hood.
Hey there, Little Red Riding Hood,
You sure are lookin' good,
You're everything a big, bad wolf could want...

*Listen to me*

Little Red Riding Hood,
I don't think little big girls should
Go walkin' in these spooky ol' woods alone.

*howl*

What big eyes you have,
The kind of eyes that drive wolves mad.
So just to see that you don't get chased,
I think I ought to walk with you for a ways.
What full lips you have,
They're sure to lure someone bad.
So until you get to Grandma's place,
I think you ought to walk with me and be safe.

I'm gonna keep my sheep suit on,
Til I'm sure that you've been shown
That I can be trusted, walking with you alone.

*howl*

Little Red Riding Hood,
I'd like to hold you if I could,
But you might think I'm a big, bad wolf, so I won't.

*howl*

What a big heart I have,
The better to love you with.
Little Red Riding Hood,
Even bad wolves can be good.
I'll try to keep satisfied,
Just to walk close by your side.
Maybe you'll see things my way
Before we get to Grandma's place.

Little Red Riding Hood,
You sure are lookin' good,
You're everything a big, bad wolf could want.

*howl*

I mean baaaaa, baaaaaa, baaaaa.....


AÑADIDO: Las imágenes que acompañan al tema musical no tienen nada que envidiar al corto de Tex. Son de un corto de Betty Boop de los Fleischer y preceden en más de diez años al de Avery. Podéis ver el corto original en este enlace.

LA CAPERUCITA DE TEX

"Para Avery, los protagonistas de Red Hot Riding Hood trascendían el cuento de hadas del que habían surgido. La bailarina y su lascivo perseguidor no eran simplemente una niña y un lobo, sino personajes y símbolos del drama de la sexualidad humana. Su heroína es un objeto sexual. Su lobo, petrificado y levitando tras contemplarla, es la encarnación del pene. Semejantes chistes no eran inusuales en los dibujos animados de la primera época. El ingenioso trabajo de Avery no estaba destinado a los niños. Se trataba de dibujos animados anteriores a la difusión de la televisión que se presentaban en las salas de cine para todo tipo de públicos, como preámbulo de la atracción principal: los niños iban a las películas, pero no eran lo primero en lo que pensaba Avery."

Extraído de "Caperucita al desnudo" de Catherine Orenstein.

Traducción de Luis Noriega.

Y podéis leer también el cuento original.... el cuento de la abuela.

lunes, 22 de marzo de 2010

"PODRÍA ENAMORARME DE UN HOMBRE COMO USTED, PETER"

Noche sobre Europa. La noche del dos de mayo de 1945. Ese punto de fuego es una ciudad ardiendo. Sufrió un bombardeo hace una hora. Y aquí, encima del Atlántico hay una auténtica niebla inglesa. Espero que todos nuestros aviones hayan vueltos sanos y salvos. Incluso los grandes barcos parecen asustados. Escuchen todos los ruidos en el aire.
(Churchill en la radio: "Esta fue su mejor hora") Escuchen... Escuchen..


June: Anuncie su posición. Anuncie su posición. Adelante, Lancaster... Adelante, Lancaster.

Peter: Posición cero. Repito, cero. Edad 27, 27. ¿Habéis cogido eso? Es muy importante. Educación interrumpida, malamente interrumpida. Religión anglicana. Políticas: Conservador por naturaleza, liberal por experiencia. ¿Cómo se llama?

June: No puedo oírle. No puedo oírle. Anuncie su posición. ¿Puede ver nuestras señales?

Peter: Dadme mi concha de paz, mi equipo de fe para andar, mi guión de alegría, mi dieta inmortal , mi dosis de salvación, mi traje de gloria y así empiezo mi peregrinación. Lo escribió Sir Walter Raleigh. Hubiese preferido escribir eso que volar por tierras de Hitler.

June: No le entiendo. Hola, Lancaster. Le enviamos señales. ¿Puede verlas? Venga, Lancaster. Venga, Lancaster.

Peter: Por mi espalda siempre oigo correr el carro alado del tiempo. Y más allá ante nosotros desiertos de vasta eternidad. Andy Marvell. ¡Qué maravilla! ¿Cómo se llama?

June: ¿Me recibe? Repito, ¿me recibe? Anuncie su posición. Venga, Lancaster.

Peter: Parece una chica agradable. No puedo darle mi posición. No hay instrumentos ni tripulación. Excepto Bob, mi telegrafista. Está muerto. El resto se lanzó en paracaidas. Hora. 03.35. ¿Me oye?

June: Se lanzaron a las 03.35.

Peter: Estación-Warrenden. Bombardero - A,G.

June: Estación-Warrenden. Bombardero - A,G. A de apple, G de George.

Peter: Lamentarán lo de Bob. Todos lo queríamos.

June: Hola, G, George. Hola, G. George. ¿Está usted bien? ¿Va a intentar aterrizar? ¿Quiere ayuda?

Peter: Mi nombre no es G, George es P, Peter. Peter D. Carter. D de David. Capitán de escuadrón Peter Carter. Imposible aterrizar - el tren está roto. Voy a saltar, voy a saltar. Escriba un telegrama.

June: Recibido su mensaje. Le oímos.

Peter: Telegrama a mi madre. Sra Michael Carter. 88 Hampstead Lane, London NW.

June: 88 Hampstead Lane, London.

Peter: Dígale que la quiero. Tiene que escribir esto. Quiero que sepa que la quiero mucho. Nunca se lo he demostrado, no mucho, pero siempre la he querido hasta el final. Y un abrazo a mis dos hermanas también. No las olvido.

June: Mensaje recibido. Le oimos. ¿Está herido? Repito. ¿Está herido? ¿Va a saltar?

Peter: ¿Cómo se llama?

June: June

Peter: Sí, June. Voy a saltar. Pero hay un problema. No tengo paracaidas.

June: H-¿Hola? Hola, Peter, no le entiendo. ¿Hola? Hola, Peter, ¿puede oirme?

Peter: Hola, June. No tema. Es muy sencillo. Nos han dado, y prefiero saltar a asarme. Después del primer kilómetro no me enteraré de nada de todas formas. Espero no haberla asustado.

June: No, no estoy asustada.

Peter: Buena chica.

June: Su telegrafista. Dijo que había muerto. ¿No tenía paracaidas?

Peter: Destrozado en un tiroteo. June, ¿es usted bonita?

June: No estoy mal.

Peter: ¿Puede oirme tan bien como yo la oigo?

June: Sí.

Peter: Tiene buena voz. Tiene agallas. He conocido docenas de chicas. He salido con algunas, pero sólo una chica americana que nunca veré, oirá mis últimas palabras. Es curioso. Incluso tierno. June, si está por ahí cuando me recojan, no me mire.

June: Quizás podamos hacer algo, Peter. Déjeme dar aviso.

Peter: No, nadie puede ayudarme. Sólo usted. Déjeme hacer esto a mi manera. Quiero estar a solas con usted, June. ¿Dónde nació?

June: Boston.

Peter: ¿Massachussetts?

June: Sí.

Peter: Ese es un sitio en el que nacer. La Historia se hizo allí. ¿Está enamorada? No, no conteste.

June: Podría enamorarme de un hombre como usted, Peter.

Peter: La quiero, June. Usted es la vida y la estoy dejando. ¿Dónde vive? ¿En la emisora?

June: No, en una casa a 10 km de aquí. Lee Wood House.

Peter: ¿Una casa vieja?

June: Sí, muy vieja.

Peter: Bien. Iré a visitarla como un fantasma. ¿No le asustan los fantasmas?

June: No, no tengo miedo.

Peter: ¿A qué hora estará en casa?

June: Estoy de servicio aquí hasta las seis. Tomo el desayuno, y luego voy en bicicleta una media hora. A menudo voy a la playa. ¡Esto es absurdo!

Peter: No. No lo es. Es lo más sensato que he oído. He tenido suerte por conocerla, June. No se puede hacer nada con el paracaidas. Pronto tendré alas. Espero que no se hayan modernizado . Sería horrible un motor propulsor en lugar de alas. ¿Cómo será todo después de la muerte?

June: ¡Oh, Peter!

Peter: Creo que empieza donde esta termina. O donde terminaría si oyésemos a Platón, Aristóteles y Jesús. Con los problemas terrenales resueltos, pero con otros más importantes por resolver. Sea como sea, lo sabré pronto. Adiós. Adiós, June.

June: Hola, G de George. Hola, G, de George. Hola, G, George. Hol...

Peter: Hasta ahora, Bob. Te veo en un minuto. Tú ya sabes qué vestimos: propulsores o alas.




Añadido: El pasado martes, gracias a la invitación de un amigo, fui al preestreno de una película de género fantástico, pero que de fantástica tuvo poco. Con "A matter of life and death" (1946) que he visto hace dos días ( una de las tantas que tengo en espera desde hace años) ocurre todo lo contrario. La película de Michael Powell y Emeric Pressburger es fantástica en más de un sentido. Y este comienzo (no es exactamente el inicio de la película, pero casi) me parece uno de los mejores que he visto en años. No he podido encontrarlo en castellano o subtitulado en youtube, así que he copiado los subtítulos de la película. Muchas cosas me maravillan de este inicio, y entre ellas no están sólo los excelentes diálogos entre ambos personajes y que sirven además para caracterizar posteriormente al personaje de Peter interpretado por David Niven.

El resto de la película está muy bien y es más que recomendable, pero me parece que no tiene la fuerza que posee este momento. Si hubiera encontrado un solo momento como este en la película del martes, creo no hubiera salido tan decepcionado del cine. Pero las comparaciones no son justas, y yo tampoco lo estoy siendo. Esta película es un clásico del cine y la otra está muy lejos de serlo.

DAVID BOWIE AFRAID


AFRAID
(David Bowie)

I wish I was smarter
I got so lost on the shore
I wish I was taller
Things really matter to me

But I put my face in tomorrow
I believe we're not alone
I believe in Beatles
I believe my little soul has grown
And I'm still so afraid

Yes, I'm still so afraid
Yea, I'm still so afraid on my own
On my own
What made my life so wonderful?
What made me feel so bad?
I used to wake up the ocean
I used to walk on clouds
If I put faith in medication
If I can smile a crooked smile
If I can talk on television
If I can walk an empty mile
Then I won't feel afraid
No, I won't feel afraid
I won't be Be afraid
On my own
On my own
On my own

domingo, 14 de marzo de 2010

TRES INCÓGNITAS AUDIOVISUALES

No sabéis la cantidad de televisión que tragué de niño. De lunes a viernes no es que viera mucha... pero los fines de semana o en días festivos... daba igual la hora, la película, o si era para adultos... En casa de mis tíos no había restricciones ni censuras para ver la pequeña pantalla.

Así que recuerdo muchísimas películas de aquel programa que era Sábado Cine, las que emitían en La Clave (Teléfono Rojo), o en otros como Pista Libre (allí vi Farenheint 451, Naves misteriosas, El hombre con Rayos X en los ojos) y casi cualquier película que dieran por aquellas dos únicas cadenas, aunque no supiera de lo que iban (La palabra de Dreyer, por ejemplo).

De algunas de estas películas olvidé el nombre, pero años después pude "localizarlas" gracias a que salía algún actor o actriz conocido, o al leer sobre algún clásico y descubrir que la historia era la misma de aquella película que vi de niño.

Aún así, hay algunas que no he podido "encontrar", que están perdidas en mi memoria y de las que sólo tengo recuerdos borrosos, difusos. Ni siquiera sé si son telefilms o películas, por eso esta entrada no tiene por título tres incógnitas cinematográficas.

Espero que los escasos datos que os ofrezco sirvan para que alguien me pueda ayudar a "descubrirlas". Si no es así, no pasa nada. Ya caerán.

Y las tres incógnitas de hoy son:

1) Esta película la emitieron en La Clave. Creo que era una película soviética, o alemana (pero la del Este). Lo que recuerdo.
Básicamente era una amistad entre dos hombres que se habían conocido durante la Segunda Guerra Mundial. Uno había ayudado a otro, que tenía las tripas fueras, arrastrándolo un buen trayecto para llevarlo a un hospital, salvándole así la vida. Esa parte, si no recuerdo mal, era en blanco y negro. La película en el "presente" transcurría en color. Y en el presente, el soldado herido al que habían salvado la vida era un político importante y el "amigo" era algún tipo de obrero sindicalista. Debía haber alguna huelga, problemas. No recuerdo. Al final, el obrero moría en un accidente. Sí, ya sé... pocos datos y ni una sola imagen.

2) Esta otra película iba sobre una familia negra de clase baja... Una familia bastante numerosa en la que faltaba el padre (no sé si porque había muerto o se había separado). La madre tenía que lidiar con los problemas de los hijos. Había una escena en la que el hijo mayor "descansaba" en la cama de una operación que le iba a permitir no tener que responsabilizarse de embarazos ajenos y la madre le echaba una bronca enorme. Por otra parte, el basurero que recogía en su calle, flirteaba con ella y le pedía salir. Al final ella accedía... y no sé si la última escena era algo en plan "good-feeling" con toda la familia negra disfuncional corriendo por la calle sonriendo (incluido el vasectomizado, sí).

3) La tercera incógnita es otra película de negros. Esta era sobre un equipo juvenil de baloncesto. Y era rara (al menos para un niño). Recuerdo que durante toda la película había un jugador que se estaba metiendo con otro y al final, resulta que ese otro jugador era una chica y acababan enrollándose... Y si no me confundo de película, ven un coche de policía y empiezan a comerse (de forma literal) una bolsa de hierba pensando que les iban a detener, pero la poli pasa de largo. ¿Alguna idea?

RESTAURANDO EL BLOG




Motivo: Aquí
"...Todo esto me lo hizo conocer el Comics Journal, y a partir de entonces me preocupé de no perderme ni un sólo número, aunque predecir cuando saldría un nuevo número era complicado, como pronto descubrí. Y aunque acabé vendiendo mis copias de Elektra, Watchmen y Dark Knight, aún conservo esa copia del TCJ nº 116. Ese número tiene para mi un aura mayor que los mejores cómics de 1986: en muchas formas destilaba mejor lo que 1986 significó para mí como lector de cómics inteligente."

Ray Mescallado "Por qué el 86 aún importa"

Extraído de U, nº19 marzo 2000

AÑADIDO: La "escuela de Housman" persiste, y Hardy ya no está aquí para explicar que lo mejor de una pieza de arte es esa pieza, no una aproximación destilada o un comentario ingenioso sobre ella, por muy original que sea.

jueves, 11 de marzo de 2010

ROBERT CRUMB Y EL COMIENZO DE... ¿TODO?


"Hay una parte entera del mundo donde no importa lo más mínimo la Biblia"

(Robert Crumb hablando sobre la no publicación de su obra en algunos países)

Siguiendo nuestra política de buena vecindad, hoy tenemos de invitado a Crowley, autor del blog Tengo boca y no puedo gritar .
Y debo confesar que de él he tomado "prestadas" varias cosas. Por ejemplo, la idea de invitar a firmas ajenas me pareció estupenda, y la descubrí en su blog. Y su recomendación en el texto que indica e invita al lector a dejar comentarios me pareció tan buena, y expresaba tan claramente lo que yo quería decir, que le pedí permiso para utilizarla tal cual.
Añádanle a esto su interesantísimo y magnífico estudio sobre Haneke que gusta y suscita comentarios incluso a los que no son partidarios del director, así como sus otras estupendas entradas en el blog, o la magnífica sección que acaba de comenzar: "Películas que nos marcaron" en la que invita a diferentes blogeros a que comenten eso mismo... qué películas les marcaron (para bien o para mal), y comprenderán que es un hombre del que merece la pena tomar prestadas cosas (andaba pensando hacer un estudio sobre King Vidor... no sé, no sé)
Así que os dejo con su entrada, que no es sobre cine, para variar.

Antes de nada, me van a permitir un aviso para navegantes. Voy a desnudarme, en estas líneas, a cierto nivel emocional y mental (sí, sí, sólo a este nivel, que uno viene de invitado y no es plan de arruinarle el blog al amigo David). El siguiente post no está concebido para ofender a nadie, sino que es tan solo fruto de mis pensamientos y (no) convicciones. Y dicho esto...

Con la religión (principalmente la cristiana) me ocurre algo ciertamente extraño y difícil de explicar. Veamos, no creo en un "Ser" superior divino alguno. No creo que un señor con barba y túnica blanca se aburriese en su reino de "la nada" y decidiera un buen día crear vida porque sí. Para mí no somos sino fruto del caos y el azar. Del esquivo y caprichoso azar. Pero, a pesar de todo, no puedo evitar sentir una cierta fascinación por estos temas y su idiosincrasia. Me veo arrastrado a ver películas que traten del tema religioso (siempre en una vertiente un tanto apocalíptica o transgresora, cierto es), libros filosóficos como el "Temor y temblor" de Søren Kierkegaard, o comics como el que nos ocupa... Y es que quiero llegar a entender por qué tanto fanatismo y locura en torno a ciertas figuras icónicas supuestamente salvadoras. Quiero ver en qué me equivoco en mis razonamientos propios... Pero aún, a día de hoy, no he encontrado respuesta alguna que haga tambalear mis (no) convicciones.

Para mí, la religión no sirve sino para exteriorizar y ocultar nuestros propios fantasmas y miedos personales. El cristianismo, que es lo que tengo más cerca, está repleto de detalles violentos y hasta, si me apuran, sadomasoquistas, donde la continua evocación del cielo y el infierno no son sino condicionamientos del comportamiento. Es esta, en definitiva, una religión que ha edificado sus cimientos sobre conceptos como el sufrimiento, la pasión desmedida, las torturas de sus mártires y de la fe ciega en algo intangible e increíble (de no asimilable, no de asombroso)... O es que hemos olvidado ya que la Iglesia, durante cientos y cientos de años, ha sido una insitución de poder corrupto, politizado y propagadora del oscurantismo...

Todo este "rechazo" hacia estos conceptos religiosos viene de mi infancia. Y es que criarse junto al regazo de una madre tremendamente religiosa y fanática, no hace sino que tomes aversión hacia lo que te obligan a sentir amor. Noches de terror y pesadillas he tenido yo, créanme que no les miento, pensando en que en cualquier momento se me iba a aparecer la mismísima Virgen para llevarme con ella a su reino de paz y pajaritos cantores. Y lo peor no es que viniera a por mí, sino que imaginaba que vendría tremendamente envejecida y con la ropa hecha harapos, sucia como una mendiga y desdentada como mi abuela...

Bueno, disculpen, pero voy a centrarme en el comic que quiero recomendarles, que me pierdo en mis idas y venidas mentales. Les traigo una obra maestra de uno de los grandes de la industria. Robert Crumb y su "Génesis".

Cuatro años ha tardado Robert Crumb (Filadelfia, EEUU, 1943), el rey del comic underground por antonomasia, en concluir la gran obra que es su adaptación en viñetas del "Génesis" bíblico y que servidor ya ha podido disfrutar, sobremanera, un par de veces. La adaptación, literal, de la obra está sacada de la (supuestamente) prestigiosa Biblia King James. En palabras del propio Crumb, no ha necesitado hacer uso de su ironía y sátira tan mordaz, porque "ya es de por sí bastante disparatada y, sin embargo, está muy arraigada en nuestra cultura".

En palabras del propio Crumb. "Los estudiosos bíblicos dicen que "El Génesis" es una mezcla de por lo menos tres fuentes distintas, quizás más, y que fueron 'redactados' entremezclados, abreviados y ordenados tal como lo conocemos actualmente por los sacerdotes de la religión israelita durante o justo después del exilio a Babilonia, entre los años 600-525 a.C." Libro, el Génesis, escrito por inspiración divina (literalmente hablando) de Moisés mientras estaba con su pueblo de Israel en el desierto y que contiene la historia de la creación de todas las cosas de nuestro planeta y la historia de los descendientes de los primeros habitantes del planeta. Adán y Eva.

Crumb ha realizado un trabajo minucioso, incluyendo en sus exquisitas viñetas hasta el más mínimo de los detalles que uno se pueda imaginar, sin obviar ninguno de los pasajes del texto del que bebe y sin censurar nada de lo que allí se dice. Y eso sí que es curioso. No el que no censure nada, que eso está muy bien, sino que en el texto original se den situaciones que todo el mundo da por buenas y nadie se escandalice de ellas, como son incestos, violaciones, asesinatos y violencia extrema, complots, una mujer sugerente y manipuladora (tan voluptuosa y neumática como es costumbre en él, claro está)... y es que la historia original es incluso más underground que cualquier trabajo previo de Crumb que uno pueda imaginar. Para él, como ha confesado en más de una entrevista, el principal problema a la hora de plasmar en imágenes esta historia universalmente conocida era cómo dibujar a Dios, puesto que no sabía si plasmarlo gráficamente como una luz brillante, como una mujer o como finalmente lo ha hecho, con la estereotipada imágen que les comentaba al principio (que no me van a negar que este Dios tiene más que semejanzas con el personaje de Moisés que interpretó Charlton Heston en "Los diez mandamientos"). Y en todo este proceso creativo, vemos cómo cada uno cambia las cosas y las adapta a lo que le conviene a sí mismo, como en el hecho de que los cristianos transformen a un Jehovah furioso en su Dios particular del amor y la esperanza.


Hay momentos totalmente memorables en esta concepción gráfica, como puedan ser la caracterización visual de la serpiente humanizándola, dotando a su figura de brazos y piernas. Y luego es capaz de dotar a los personajes de una humanidad encomiable, reflejando la rabia cuando es necesario (ver la mirada de Caín al matar a su hermano Abel), la lascivia de los habitantes de Sodoma y Gomorra o el aura de desvalido que rodea a Noé cuando es emborrachado y su posterior (e involuntario) incesto.

Y yo me pregunto, ¿por qué creer en un Dios como el que el "Génesis" nos presenta, si Crumb ya nos mostró al único y verdadero Dios posible allá por los 60 en la figura de "Mr. Natural"?. Yo, personalmente, me quedo con este último. No sé ustedes.

Supongo que estaré confundido en mis pensamientos. No sé, no sé... Ya se lo diré cuando me muera, pero ahora no puedo ni imaginarme la cara que pondrán muchas personas cuando dejen de respirar, su mente se apague del todo, "viajen" al otro mundo y descubran que estaban adorando al dios equivocado... Menudas risas nos vamos a echar, oigan. O no.

domingo, 7 de marzo de 2010

"PARIS, TEXAS", O EL ORIGEN DE "EL GRAN ZAMBINI"

PARIS, TEXAS.



Partiendo de la inspiración que le provocó el libro de Sam Shepard, Crónicas de motel (Wenders afirmó que la película que él había querido hacer en los Estados Unidos estaba en ese texto, no como un guión, sino en la atmósfera, en el sentido de la observación), el cineasta alemán rodó Paris, Texas (1984) con un nuevo guión escrito por el propio Shepard.

No voy a entrar en las diferencias existentes entre el libro de Shepard y su guión. Como bien señaló Wenders, del libro se recogen más bien atmósferas, sensaciones, pero al contrario que el libro (una sucesión de breves relatos anecdóticos acompañados de poemas) Paris, Texas cuenta con una única historia centrada en varios personajes, a pesar de todas las ramificaciones que puedan derivarse de ésta.

Esta historia es la de Travis, la del reencuentro con su pasado, con su hijo Hunter, y la búsqueda que ambos emprenden para encontrar a la mujer de Travis, la madre del pequeño.

Si se han hecho en ocasiones comparaciones entre Travis con el personaje de Ethan (John Wayne) en Centauros del desierto esto se debe al carácter ajeno que ambos personajes comparten con la civilización, con el orden establecido. La similitud entre ambos personajes es clara. Ambos encuentran a parientes desaparecidos, y una vez que los han hallado, los dejan reunirse con quienes deben para ellos alejarse discretamente.

Este es uno de los motivos por los que el film de Wenders, además de ser claramente un film enmarcado en el género de las road-movies, puede ser también considerado un western moderno o contemporáneo.

Esta relación con el western se hará patente en más de una ocasión a lo largo de la película. Incluso aunque Travis y su hijo utilizan una camioneta para desplazarse, la imagen que utilizará Wenders para reforzarnos su relación con los antiguos vaqueros será en una de las ocasiones la de unas luces de neón con la figura de unos caballos al galope.

Paris, Texas es una película de viajes, de recorridos, no sólo para Travis, sino para los que le rodean. Y estos viajes van a tener una importante consecuencia, un cambio en la vida de todos y cada uno de aquellos con los que Travis se encontrará una vez aparece en escena. Walt (el hermano de Travis) y su mujer, perderán al sobrino al que habían criado como hijo propio; el pequeño Hunter conocerá y aceptará a su padre y decidirá unirse a éste en la búsqueda de su madre; el propio Travis descubrirá que el reencuentro consigo mismo o hallar a su mujer e hijo no presuponen el cierre o la desparación de las heridas que le llevaron a deambular de un sitio a otro durante los cuatro años que estuvo desaparecido.

Una estupenda película en la que la puesta en escena de Wenders potencia todas y cada una de las ideas narrativas que puedan rastrearse por el film. Si tuviera que señalar una, por gustarme especialmente y ser origen de algo en lo que participé, me quedaría con la del "reencuentro" entre Travis y su hijo cuando el primero va a buscarle al colegio. Después de un fallido primer intento de acercamiento, Travis decide vestirse adecuadamente (adoptar la imagen de un "padre") y va a buscar a Hunter. El niño, en esta segunda ocasión, camina por el lado contrario de la acera, observando con curiosidad a su padre, compartiendo con él un juego de imitaciones hasta acabar apareciendo junto a él caminando de vuelta a casa. Ambos han cruzado la carretera que les separaba, no sólo la física, claro está.

Y sí, funcionan igual de bien las actuaciones, fotografía, música y todos esos otros elementos, labor de equipo, que suelen acompañar a una gran película.


sábado, 6 de marzo de 2010

HERMOSO, HERMOSO, HERMOSO CRÍTICO.

¿ERA IMPORTANTE EL QUE JOHN LENNON HUBIERA VUELTO EN 1980 CON UN DISCO?

No, en absoluto. Dicen que los setenta fué (sic) la Década del Yo, el triunfo del narcisismo. Y "Double Fantasy" desarrolla esa tendencia hasta el extremo: "Double Fantasy" es un álbum familiar feliz. Si tú estás en similares circunstancias, tal vez encuentres enternecedor tales declaraciones de amor conyugal y paternal. Para el resto de los mortales, la insistencia de Lennon en circunscribirse a su mundo más íntimo resultaba algo así como una traición, una renuncia, una señal de despedida. "Double Fantasy" es el "Nashville Skyline" dylaniano pero resulta especialmente irritante por su solipsismo, por su negativa a reconocer el paso del tiempo. Y tampoco creo que fué (sic) una buena ocurrencia el alternar sus canciones con las de Yoko. Principalmente, porque las de Yoko muestran un mayor ingenio musical, unas letras infinitamente menos simplonas. Nada de eso preocupaba a John, que incluso integraba posibles críticas en el tema "Watching the wheels": "La gente hace preguntas perdida en la confusión/Bueno, ellos menean la cabeza y me miran como si yo estuviera chiflado/ Yo les digo que no hay por qué apresurarse/ Que yo estoy aquí dejando pasar el tiempo." No se puede ser más transparente: John Lennon ya no quería entrar en el juego del mesías pop, del profeta que edita cada poco tiempo discos con revelaciones trascendentales para las masas de seguidores. John Lennon huía de lo que representó "John Lennon" en el período 1965-1975. Lástima que un demente estuviera volando hacia Nueva York en busca de ese Lennon-portavoz-de-una-generación que ya no existía. La muerte es injusta hasta en su desprecio a esos pequeños grandes detalles. (SIC)

(14-XII-80) Diego A. MANRIQUE

Extraído de Disco Especial Lennon Nº12 Enero 1981.

martes, 2 de marzo de 2010

EL APEADERO

Antes vivía cerca de un apeadero. Y no es que fuera un apeadero maldito ni nada de eso, pero la gente lo utilizaba frecuentemente ... dos o tres veces al año...para suicidarse. A veces, chavales de quince años. Yo no es que viera ningún muerto en las vías, ni el momento en que ocurría, pero siempre que tomaba el tren, veía las flores que dejaban los familiares. Siempre había flores. Siempre. Y una de las veces, al día siguiente de que una persona se suicidara, mi abuela vio el resto de unos dientes pegados en las escaleras del tren todavía. Mi abuela se quejó en casa con razón. Podían haberlo limpiado mejor por lo menos.


AÑADIDO:
Aviso para el lector desprevenido.
Esto no es un cuento, o un relato, aunque así pudiera parecerlo.
Lo que habéis leído es la transcripción más o menos fiel, en la medida en que mi memoria me lo permitió, de lo que alguien me contó en cierta ocasión.
Este breve recuerdo biográfico, si así puede definirse, me dejó tan perplejo que, tras pedir permiso a su portador para transcribirlo, consideré que merecía ser contado del mismo modo, sin añadidos que pudieran darle una engañosa apariencia de ficción.

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